Tenemos que contaros cómo fue nuestra visita al profesor Bookworm. Gracias a nuestros corazones conseguimos darle a aquella cueva un buen bombazo de alegría.

…en sentido literal. El profesor Bookworm, después de tirarle los corazones, se puso a mezclar sustancias químicas en una probeta hasta que provocó una mini explosión de la que salía humo de colores.
Bueno, esa es su forma de impresionar a los amigos…
¡Jeje, qué divertido! No os preocupéis, no pasó nada. El profesor Bookworm nos dió antes unas gafas protectoras. Luego imprimí la tarjeta de corazones y se la di. ¡Y entonces llegó la segunda explosión de alegría! BOOOMM

¡Y la tercera! BOOOMM

Ya sabéis que el profesor siempre tiene ideas locas… ¿A qué Panda podríamos alegrar mañana con los corazones de Lenny?
Por cierto, hoy he visitado a Kamaria en la torre del castillo y le he regalado un corazón. Le ha gustado mucho y hasta ha echado una lagrimita de felicidad. O eso creo. Después empezó a hablarme de los pobres japoneses que están padeciendo las consecuencias del terremoto y el tsunami. El tema nos tiene a todos muy pero que muy preocupados. ¡Los Pandas tenemos que ayudar! ¿Pero cómo?
Vamos a pensar en algo y os avisamos.
¿Qué tal lo estáis pasando con la lluvia de corazones? ¿Ha hecho o dicho alguien algo divertido?
Que os vaya bien
Ella y Max


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